lunes, 14 de noviembre de 2011

El sufrimiento


Hebreos 12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;


El sufrimiento no es un tema agradable ni deseable, pero a veces  no se puede evitar en la vida de la fe. Sin embargo, al pasar por él Dios no detiene su obra en nosotros, sino sigue adelante con propósitos que son en verdad gloriosos. Consideremos hoy cómo en el sufrimiento, el pecado que mora en nosotros también es eliminado.


 Hay dos aspectos que debemos recordar en la lucha contra el pecado: el primero es la victoria de Cristo que tenemos por medio de la fe. Pero el segundo es que los padecimientos que enfrentamos como cristianos, nos ayudan también en esta lucha.
En el primero están los sufrimientos de Cristo en la cruz, en el segundo aspecto están nuestros sufrimientos como miembros del cuerpo de Cristo, pero ambos son necesarios en la lucha contra el pecado que mora en nosotros.
El primer punto ya está hecho y consumado en la cruz; el segundo, se refiere al perfeccionamiento o a la aplicación de ese hecho en nuestra vida. En otras palabras, no sólo heredamos las bendiciones, sino los padecimientos de Cristo. 
·         No sólo somos partícipes de la gloria que en el futuro ha de manifestarse, sino que también somos partícipes de los sufrimientos de Cristo aquí en la tierra. 
·         Por esto la Palabra de Dios dice: 1 Pedro 4:1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 
·         La causa del sufrimiento cristiano, es que Cristo ha padecido en la carne por nosotros, y ese sufrimiento fue para terminar con el pecado. De modo que el cristiano que está en Cristo padece también en la carne, y participa de los sufrimientos de Cristo, con lo cual se termina con el pecado.
·        El Apóstol Pedro escribe: 4:12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
·         4:13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 
·         Hay veces que sufrimos sin entender la razón de ello, sin embargo, en realidad es que sufrimos por el Nombre de Cristo, a menos que suframos por el pecado que hayamos hecho. Pero si sufrimos por ser cristianos,  y repentinamente vienen ataques, palabras hirientes, actitudes violentas, etc., Entonces sufrimos por ser de Cristo, y el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre nosotros. Así que no desmayemos, pues terminar con el pecado no es algo vano, sino que tiene el mayor significado para la vida presente y eterna. Encomendemos nuestra vida al que juzga justamente, y se compadece de nosotros y los que nos rodean. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario