Se dice que el sonido no se extinguiría si las paredes
tuvieran ciertas características de elasticidad. Pero por lo general las ondas
del sonido son absorbidas hasta dejar de ser perceptibles.
Y una vez que algún elemento absorbe el sonido, éste
elemento se calienta, por la energía del sonido (es un calor también casi imperceptible).
Pero, ¿no es cierto que a veces las palabras quedan como absorbidas
en nuestro corazón? Porque no son los elementos físicos, sino nuestra misma
alma la que absorbe el mensaje de alguien. Tal parece que una cosa es la energía
acústica, y otra cosa, la energía del mensaje.
¿Cuál es el mensaje que ha absorbido nuestra alma?, Sin
importar cuál sea, la Biblia nos dice que Dios hablará aún, y removerá todo lo que
es temporal, para entonces dejar lo que es eterno. Debemos pedir a Dios que
hable a nuestra alma para que en ella quede lo Eterno, y sea quitado lo que nos
quiso destruir.
“La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido,
diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el
cielo.
Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles,
como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.” (Hebreos 12:26-27)
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