miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿A dónde se va el sonido?


Se dice que el sonido no se extinguiría si las paredes tuvieran ciertas características de elasticidad. Pero por lo general las ondas del sonido son absorbidas hasta dejar de ser perceptibles.

Y una vez que algún elemento absorbe el sonido, éste elemento se calienta, por la energía del sonido (es un calor también casi imperceptible).

Pero, ¿no es cierto que a veces las palabras quedan como absorbidas en nuestro corazón? Porque no son los elementos físicos, sino nuestra misma alma la que absorbe el mensaje de alguien. Tal parece que una cosa es la energía acústica, y otra cosa, la energía del mensaje.

¿Cuál es el mensaje que ha absorbido nuestra alma?, Sin importar cuál sea, la Biblia nos dice que Dios hablará aún, y removerá todo lo que es temporal, para entonces dejar lo que es eterno. Debemos pedir a Dios que hable a nuestra alma para que en ella quede lo Eterno, y sea quitado lo que nos quiso destruir.

“La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.” (Hebreos 12:26-27)

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