jueves, 8 de diciembre de 2011

Iniciando bien... terminando mal

Hay una frase que decimos en México: “lo que mal empieza, mal termina”, y tiene algo de razón. Pero para muchos cristianos, también se puede empezar bien y terminar mal, esto se debe a lo que pasa en el camino.

La Biblia nos dice que muchos salieron de Egipto, pero no todos entraron al reposo de Dios, pues algo les pasó cuando caminaban el desierto, que quedaron postrados (pues no tuvieron fe para seguir). 

Un día, iniciamos la vida cristiana por fe, y así también debemos seguir. Debemos ver siempre a Cristo en la cruz, llevando ahí nuestras culpas, pecados y debilidades. Pero no debemos alejarnos de la Cruz de Cristo porque ahí está toda nuestra victoria.

Si Cristo es nuestro “Camino” entonces, pase lo que pase, sea noche o día, estés de buen ánimo o no, siempre debes estar unido a Él, viéndolo a Él, debemos permanecer entregándole toda preocupación y anhelo con sinceridad, y caminar confesando Su victoria, Su perdón, y Su reino; esta es la forma de caminar con Cristo. Si lo dejamos de hacer podemos exponernos a engaños que nos detendrán en el camino, pero si lo hacemos constantemente, perseveraremos en victoria.

“Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.” (Hebreos 12:12-13)

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